Suga

Voy practicando con las manos en el aire, acordes ajustados a mis dedos enumerados, voy imaginando la melodía, evitando los deslices, con la luz roja encendida como guía, como apoyo, como pista.

Voy recordando mi lista, haciéndole chuletas a la pasión a diestra y a siniestra. Voy adaptando mi garganta a las notas musicales, aprendiéndome los silencios, los graves, los agudos, las octavas.

Voy acercándome de nuevo al piano, donde caigo por el blanco en el que me dispararon hasta donde mi corazón es sostenido

De nuevo


Por la tiniebla al alcance de mis dedos.