En aquel entonces


En aquel entonces yo quería oírme definida en tus palabras, porque yo misma no sabía quién era cuando pensaba indebidamente, cuando actuaba incorrectamente, cuando quería rendirte cuentas de lo que me estaba encontrando, pero no me diste el tiempo: ya venías con el apocalipsis tatuado en la mirada.

Si pudiera volver a aquel entonces no hubiese permitido que pasaran tantas cosas, esas tantas cosas llenas de tan pocas cosas, y quizás de esa manera hubiese cancelado la distancia que hay ahora entre nosotros.

El error

el miedo

la certeza

la persona que no recordaba su nombre

la que podía hablar solo con las manos

la que te esperaba con los brazos abiertos

la que te llenaba de comodines para mantenerse cerca de la paz.

En aquel entonces tú desconocías toda la tristeza con la que caminaba, todo el dolor que no me dejaba crecer, pero además, en aquel entonces, tú le sumaste una desdicha a mis nostalgias, las que te habían dado cabida, las que te habían dejado una vacante en la que no te sentaste…

Lo peor de todo es que me trajeras la despedida sin atreverte a conocer lo que yo tenía para decir, que ya me hube planteado el no buscarte más, que ya me hube planteado una amistad a como Dios la quisiera, y me cerraste los brazos ignorando que otra de mis estrellas se estaba cayendo, que yo era en ese momento, en aquel entonces no necesitaba de ti, sino solamente de tus brazos una última vez

y ahí nomás me dejaste

sola

y sin siquiera un deseo no pedido.