Incluso cuando no
“Yo también te
quiero”, pero era tarde para decírtelo cuando ya se hubo hecho medianoche y te
leo con un ojo a medio abrir.
“Yo también te
quiero” aunque no me bastaba decirlo apenas una vez, aunque hice propuestas
absurdas.
“Yo también te
quiero” a pesar de haberlo callado las veces que no debía cuando tenia 16…
Pero no sólo te
quiero las veces que actualmente lo dibujo en tus cejas, o mal rozo tu lengua,
o se me resbala la lima en tus uñas
lo hago, además
cuando llegas
turbado a casa sin ver al oeste, o me alejas de tu puerta por el qué dirá mi
sangre, e incluso cuando me obligué a silenciar todos los grillos que murieron
de frío al paso de los años y te dije
aunque no mentía, aunque no era cierto:
“Yo también te
quiero”.
0 Comentarios