Aunque no sea el momento


Me gusta un montón de cosas justo cuando no es el momento.
Me gusta, por ejemplo, cantar en voz alta, muy alta, justo cuando estoy en la oficina del trabajo. Me gusta caminar cuando se le antoja al sol hacerse sentir más intenso y me gusta leer en el balcón justo cuando la lluvia cae y se cuela.

Pero mejor no me voy por la tangente y voy a decir lo que justo ahora me gusta:
Me gusta la nota perfectamente desafinada en cada una de las canciones que cantas
Me gustan tus manos, sobre todo cuando las sorprendo enlazadas a las mías
Me gusta esa mirada acompañada de sonrisa justo debajo de tus cejas inclinadas
Me gusta tu cintura  masculina hecha como a la medida para mis brazos minúsculos
Me gusta cómo se pierden mis dedos en tu cabello, siempre, siempre sin peinar
Me gusta la paz de tu sonrisa y el calor de tus brazos
Me gusta decirte lo que me gusta y como luego tú comienzas a decirme todo lo que te gusta de mí tomándome enteramente por sorpresa
Me gusta la manera que te gusta que yo haga todo lo que hago aunque no sea el momento.

Me gusta quererte, así, justo ahora y con el mundo encima y no importa porque (además de los obvios) tus brazos me sostienen. Aun cuando no sea el momento


Ni de decirlo.