El punto soy yo

     Un libro me enseñó que el punto no es el punto, el punto es la poesía.

     Me enseñó a escribir todos los días, aunque sea una palabra.
     Se trata de liberación; y hay muchas maneras, pero para mí, ésta es una de las mejores.

     Aunque haga garabatos de letras, está bien.

     Porque el punto no es el punto, no es escribir algo que sea entendido, el punto no es que parezca bueno o malo lo que expresas; el punto es darte y sentirte. Se trata de ser libres.

     El punto es ser libre.

    Y yo no soy esclava de nada.



El punto es simplemente el color de éstas letras, es el color de lo que soy.


P.S.:  
El punto tampoco es que ésto no es poesía.