Busco un hueco, un vacío, una grieta

porque me siento incompleta
dispuesta
expuesta
y con el pasado a cuestas, 
aprendiendo a correr a tiempo hacia la puerta correcta

¿A dónde pongo mi vista
mientras decido esperarte?
¿Espero el movimiento del agua
o me sacas de éste estanque?

Vengo hablando en voz alta
encontrándome las faltas
quiero pararme de la silla y comenzar a enfriarla
voy contando los años
todo lo que puedo dar
cantar, servir, o quizá
finalmente aprenda a enseñar.

Ya me cansé de la pausa
de esperar sentirme en casa
porque los años pasan
y mi árbol me amenaza

Estoy quieta
en silencio
atenta
poniendo sobre la mesa: el perdón, la gracia, la fuerza
la fe que me sobrepasa, y a veces también me pesa

Tratando de ver el ciervo,
buscando el maná del cielo
untando barro en mis ojos
recibiendo tu consuelo


Anhelando seguir tus huellas
tu fuego entre la tiniebla
y me pregunto con frecuencia
¿Te serviré de ofrenda entera?
Prepárame para no ser
un propósito en espera
déjame alcanzar tu manto
que a su borde me sostenga
habitar en tu presencia
que tú digas y yo obedezca

que camine sobre el agua
que persiga tus promesas
que tenga yo un corazón
muy lejos de la condena
que al hablar oigan tu voz
y al mirarme tus ojos vean

lo único que estoy pidiendo,
es por fin estar completa.