ADIOS
Me embargó de repente tu recuerdo,
justamente aquel que no es bienvenido
aquel que una vez que llega se abraza a mi soledad
aquel que se cruza en el camino, a unos cuantos metros de la resignación,
mientras intentaba romper esquemas que desajustan mis
emociones
que aceleran mi sangre,
que frenan mis pasos al punto donde no quiero de nuevo
llegar.
corrí, y como muy pocas veces, fui más rápida que Dios en
barrer cenizas,
destruyendo retrovisores, me giro
vacía de miedos y sin ya ningún riesgo de volver
cuando
me embargó de repente tu recuerdo,
aquel que se cruza en el camino
que frena mis pasos
y me detengo para decirle a Dios “líbrame del mal”, y a tus
ojos
Amé-n.
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