Renovando las estrellas

Rebusco entre mis mejores excusas el cómo mantenerme alejada de tu ausencia, armo una y otra vez mi horario

de acá a acá la lectura
de acá a acá las uñas
de acá a acá la limpieza

y aún así termino meciéndome en tu rostro y paseándome en tu aliento; mi atmósfera propicia inhalada por otros poros.

Me sacudo los blancos de todas las veces que combinaste mi nombre, 
me desenredo tus brazos, 
acuchillo tu voz, 
soplo el cristal de la burbuja que encerraba tu resignación.


Decidida a matar a cualquiera de mis yo que se interponga
probando mi resistencia,
midiéndome en la puerta,
ahora que tienes a alguien a tu altura, a tu color, a tu semejanza, a tu mundo otra vez de cabeza

mientras yo sigo buscando otra vez la mía que sigue rodando por la elección de mi obediencia.


Elijo dejarte sin silenciador
ajustando las estrellas a la farándula o al camino que de ida o de vuelta siempre me conduce a casa, y se caen y me preguntan por ti porque ya no las habitas
y así de bajito y muy cerca del suelo, yo también voy queriéndote a medias

porque

a la medida

ya no te quedo.