Dijiste que podía


No sé si estabas completamente seguro cuando dijiste que podía invadir tu espacio, que no habría problema, porque estoy por depositar confianza en ti, pero tendría que contarte los últimos acontecimientos:
el susto,
la atracción,
lo "casi igual pero distinto",
los encuentros efímeros,
los "quizá no debí",
las verdades por delante,
el morir con la mentira,
los comienzos con abundancia de sinceridad...

Y todo el resto son dudas:
en dar el paso,
seguir caminando,
dejarme al alcance de tu entendimiento,
tener la inseguridad por culpa del daño y el maldito ciclo de la vida.

Me encanté en el ligero sostén de tu mano donde nos sirvió de excusa las venas, me aterroricé quizá un poquito cuando se me hizo poco tu medio abrazo, y ya me había inventado justo a tiempo, la terapia de contar lo que de pronto por pronto, callamos.