Quimérico

¿A quién imito?

¿Y a quien engaño?

Soy el Jesús que no quiere librarse, el Jesús de si quieres, pasa de mi ésta copa pero que sea tu voluntad. 
Soy el Jesús que ama, pero también soy otro, soy un banal que se enfurece y que desea, soy el que admite la verdad de que los pecados blancos también merecen vara. Quiero y no soy ese Jesús,  el genuino, el sabio, el del dominio.

Soy otro, otro que se vuelve Bartimeo si unos ojos están cerca,  y se vuelve Juda para algún beso.
Soy otro Jesús y el mismo de las tentaciones literales de la A a la Z. 
Quiero y no soy el Jesús que sabe muy bien dar al césar lo que es del césar. 

Soy otro,  
soy el asno, 
el beso, 
la mano que empuja el clavo.



Quiero y no soy, debidamente, ese Jesús 

que se entrega.