Incuria

Incompleta. Además de no haberme podido vaciar en la lectura y no tener la libertad de una dosis diaria detrás de la escena, tampoco he logrado contar los números pares que coincidan a un mensaje de correspondencia, y la tranquilidad absurda frente al televisor me abruma a tal punto que desearía- y no tengo- suficientes pasos para llegar a casa.