Te vi venir

Como tardes y noches, como más de dos compañías, como ver a mis lados los sitios llenos de una puesta de sol y de montañas a matices, como troncos de árboles sin hojas con formas a la imaginación, como la mezcla de un todo que me define.
Y pienso más bien que esta mezcla no es más que otra forma mía a la imaginación y entonces pese a lo extraordinario de cómo me llena el mundo estas venas finas se me empieza a sentir solo el ser

Y es como si no soy

Y es como que no intento

Y es como que me entrego al gris oscuro desmantelado en el fondo de mis manos y cierro los ojos para que duela menos y no sirve de nada; y me contemplo en definiciones y el viento y se caen entonces las estrellas que vienen a acompañarme y a decirme que son la mano en mi hombro y el beso en mi frente y sin pronunciar palabra alguna, lo fugaz que soy.

Una a una bajaron a sentarse en el techo desde donde uno de mis latidos suplicó a la altura y fue escuchado, y me dijeron, complacido.

Las estrellas bajaron fueron los brazos de mi hermana rodeándome y sus caricias en mi cabello una madrugada cuando mis manos buscaban en el aire una ausencia, fueron una canción fragmentada en la que no puedo más y fueron a susurrarme al unísono lo fugaz que soy.

Dos a dos bajaron para quemar mi ser y congelar mi soledad desde donde se me unían los labios y se alisaban mis párpados. Las estrellas bajaron y me hallaron aquí abrazándome por mis propios hombros encogidos, desviándome en la propia curva de mi sonrisa, respirándome en cada una de ellas

Que también se caen
Que ahora no está sola mi sombra
Que se me alumbra el camino
Que no lluevo y hallé el tercer lado de la moneda
Que se carga la atmosfera de este amor que arde como fuego… y deja el mundo de definirme y me recalca el cielo una vez más que los fugaces somos nosotros.
Vi llover mi sostén a las alturas y no estaba yo tan lejos, se mojaron mis ojos y vibró mi pecho y no estaba ya mi ser tan sólo.

Mientras yo abrazándome
Desviándome
Respirándome
Mientras ellas cayendo
Dejando ver el brillo de los huecos en el cielo, el rastro perdido a caídas en cascadas, el incendio si está cerca y siempre, como tardes y noches, como más de dos compañías, como ver a mis lados los sitios llenos de una puesta de sol y de montañas a matices, como troncos de árboles sin hijas a la imaginación, como la mezcla de un todo te defines…


Eterno.