Por no atisbar el pasado


Claro,

escucho tu voz y me asomo a la ventana;
y ahí te veo, con sólo éste par de ojos expuestos
que puedes vislumbrar fácilmente
si observaras, pero no lo haces.

Ahí te veo, de lejos,

con ese par de ojos tuyos centrados en otra dirección,
y veo ese par de ojos tuyos en un par de niños.

En mis recuerdos,  sé

que puedo vislumbrarlos fácilmente
si observara, pero no lo hago.

Es mejor así, viéndote de lejos;

porque no hay otra manera de vislumbrarnos.