Ya no lo pregunto,
lo exclamo.

De nuevo en mis líneas,
repetido, querido tormento
¿Por qué te me arrimas?
¿Por qué no sólo sigues la dirección del viento?

Está bien, pasa y siéntate,
te hablaré bajito y claro;
Te digo, ya es mayo,
ya estás cerca del pasado;
casi tres años, 
estoy contando con mis dedos de nuevo 
y tan rápido estás en mis manos.
Me tienes los dedos fríos y paralizados.

Vale, suéltalos, déjalos ir, que avancen, que pasen,
que pasen como los años, los meses, las semanas,
igual, siempre estaré estancada en aquel domingo que temblaba,
en el que empecé  a ver cómo se me escondían las palabras,
respiro, tomo vino,
junto en un montoncito las letras que me quedaron
y formo la misma pregunta de antaño,
¿Por qué no estás a mi lado?
miro a los lados, noto que no respondes,
así es como se me viene encima este cataclismo de ilusiones.

Y estás de nuevo en mis noches
donde te encuentro y te atrapo;
así como en "Mis amores"
"¡Ah, entre todas las manos,
yo he buscado tus manos!" 

Es tu ausencia tan obvia,

¡¿Por qué no estás a mi lado?!
Se debilita mi euforia...

Que Dios te devuelva,

             Te extraño.-